viernes, 16 de noviembre de 2007

Cursilería.


Su sonrisa y el hecho de ver tus ojos casi cayéndose.

Tu forma de caminar, y como el cielo y hasta los astros se confabularon para que nuestros días fueran grises.
El perfume ácido, el olor a sexo y las duchas con agua caliente.

Tus comidas siempre a la hora, y esos desayunos con té caliente. Siempre té, y tostadas.


La fantasía depresiva que siempre había soñado en mis 14, se volvía realidad a mis 15.
Una ilusión bastante seria, siempre llena de inseguridades.

2 meses en los que estuve volando. Un día en el que caí.

Eres el héroe que la mayoría espera que llegue, la fantasía pop de hasta los más rebeldes. El Chico Cool de nuestros tiempos.
Te vendes a la perfección.

Sí, creo que estuve enamorado. Lo estuve. O quizás quedó grande la palabra, quien sabe.


Y me faltan palabras, pues como dice una canción que ha sonado harto por ahí:

“You’re to beautiful to put into words”

Debí dedicarte esta mejor