lunes, 29 de octubre de 2007

Una historia para antes de dormir.


Decidieron ya no esperar a su muerte, y se apostaron en el litoral. Las inmensas olas los traían de vuelta, pero luego volvían a llevarlos mar adentro. Familias enteras, los bebes lloraban. Era demasiado el frío. Los padres procuraban llevarse a toda su descendencia.

Yo me encontraba en el edificio. El más grande de la antigua ciudad.
Desde arriba parecía un normal día de invierno, pero en el fondo todos sabíamos que no resultaría así.

La gente caminaba de aquí hacia allá, algo tranquilos, algo nerviosos. Podía recordar el miedo que sentí cuando me di cuenta. Fue como si salieran fuegos artificiales desde el mar. Solo tape mis ojos. Y luego corrí. Solo. Cargando esa extraña angustia que suelo sentir. No era pena. Tampoco lágrimas.

Y en el camino hasta donde estoy en este momento, casualmente me crucé con variados personajes. Una profesora de filosofía que solo corría despavoridamente, sin hablarme coherentemente. Ni siquiera siguió mi consejo. Algunos primos, los cuales tampoco me siguieron. De alguna extraña forma, solo se perdieron.

Cabe recalcar, que el lugar poco a poco era "abrazado" por la humedad. La neblina bajaba, y el suelo de tierra
se hacía cada vez más blando.
¿Habré hecho amigos?.
¿Mis últimos nuevos amigos?
Ya no lo recuerdo.
¿Cómo pasamos el ultimo día de nuestras vidas?

Bienvenida Primavera.


Llegó la primavera, las altas temperaturas han comenzado a apoderarse de Santiago, las Chicas y los Chicos salen cada vez con menos ropa, y el tiempo dice que los indices UV podrían ser peligrosos.

Y pareciera que es más cool así. Que el llevar lentes, poleras escotadas, o sin mangas, usar shorts y sandalias, fuera la ultima moda. La gente anda feliz por estos días. El verano, el sol, la playa, símbolo de buenos tiempos.

No me rehuso. Sin embargo el sol ya me molesta. ¿han pensado en como será el transantiago en el verano?. Hay que irse de Santiago pronto. Pasar las vacaciones con el viento "marino".
En fin, ahorrarse dolores de cabeza.